No paraba de mirar el reloj.
El lugar era agradable, con un toque “vintage”, música tranquila que acompañaba
el traqueteo suave de la lluvia. Dio un sorbo al café que ya estaba frío por la
espera. Era una mujer elegante. Llevaba unos zapatos de tacón y puntera de color
negro, unos pantalones vaqueros del mismo color, una blusa de seda blanca
perfectamente planchada y acompañada por un elegante colgante de plata. De
nuevo miró el reloj. Las manecillas parecían burlarse de ella, parecían decirle
que ya no llegaría. El camarero le preguntó con una pícara sonrisa si esperaba
a alguien. Le miró con cara de pocos amigos y él enrojeció introduciendo de
nuevo la cabeza en su actividad. Por fin la puerta se abrió. Apareció una chica
totalmente diferente a ella, nadie diría que guardaban una relación. Vestía un
vaquero ancho, unas deportivas y una sudadera desgarbada de color gris, ya
desteñida por los lavados. Tenía el pelo recogido en una coleta y no aparentaba
tener más de treinta y cinco años.
-Hola- le saludó. Parecía
nerviosa. Se sentó en la banqueta y la contempló.
-Hola, ¿Quieres tomar algo?
-Un café cortado- Ella
asintió e hizo una señal al camarero.
-Supongo que sabes por qué
te he llamado- le dijo.
-Me lo supongo aunque jamás
pensé que lo harías.
-Un café cortado por favor-
le pidió al camarero y después dirigiéndose a la chica le dijo: -Lo cierto es
que yo tampoco creí que fuera a verte otra vez- Le tendió una foto. Ésta la
miró con nostalgia y susurró: -Verano de 1990, yo tenía once años.
-Exacto. Dos meses después
murió tu madre. Y ya no hay nada que me impida contarte la verdad.
-Supongo que si estás aquí
diciéndome esto es porque mi madre no murió en un accidente de coche como
todos, salvo yo, creyeron- la mujer asintió levemente. Su compañera dio un
sorbo al café y susurró: -Entonces adelante- ella miró un segundo afuera de la
cafetería donde la lluvia no cesaba de caer. Y comenzó a relatar.
Me parece un relato muy cinematográfico, como de película española de hoy en día. Resulta muy expresiva la personificación del reloj. Y para serte sincera, me muero de ganas de descubrir el misterio tras la muerte de la madre de la chica. Me gusta mucho :)
ResponderEliminarGracias Estela 😘 el tuyo también me ha gustado mucho.
ResponderEliminarBuen trabajo, Elena. Te animo encarecidamente a que continúes esta historia, está muy bien escrito y me has dejado intrigada.
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